(Para Verónica Grandal)
El vaivén de tu pelo
Yo, con cada cabello,
asesino una duda descarnada.
El vaivén de tus pechos
que se inclinan sonrientes hacia el cielo.
Y yo en cada pezón
descubro un secreto cotidiano.
El vaivén de tus piernas
que, infatigables, mecen al viajero
que horada el camino
y se aprende de memoria la senda.
El vaivén de tu mente
donde bailan, salvajes, el deseo, el olvido,
una danza de sables.
Ahora estoy en tu mente, redivivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario