Powered By Blogger

sábado, 28 de agosto de 2010

Se non è Vero è ben trovato

Llegó desbaratando los asuntos,
aquellos cotidianos asuntos tan banales
como la vida misma.

Llegó y la cristalera del patio del hastío
se hizo añicos sin rastro
del adoquín o piedra.

Llegó -¡maleducada!- sin avisar siquiera,
como arriba una carta inesperada
al descreído muelle de la irritante espera.

Y fue primero luz: una aurora insolente;
fuego fiero, fulgor
que enceguece los ojos de algún pequeño dios.

Y después
se fue sobre sus pasos,
serena y descarada, como si nunca hubiese,
¡joder!, pasado nada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario