Piel de fuego, luz de abrigo solar,
hilera de farolas en mi pecho...
De tanta claridad
me has dejado ciego.
Tatúo tus contornos en mi mente
con la aguja morada del Deseo.
Pero tú
Cansada de jugar al mismo juego
te deslizas silente hacia la Aurora
y cruzas el Leteo
para olvidar la historia.
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